Capacitación, Factor Clave de la Franquicia

Por René Díaz. Gallástegui Armella Franquicias

Como se sabe, la franquicia tiene dos grandes pilares que la caracterizan, por un lado, el “permiso” o licencia para el uso de una marca, que da la oportunidad de participar exitosamente en el mercado y por otro el conocimiento o know-how compartido en la gestión, que le permite a la red de unidades operar eficazmente y sobre todo generar la propuesta de valor que caracterizan al concepto.

Centralizando el análisis en el factor de conocimiento, vemos que este debe ser estándar, medible y alineado con los objetivos empresariales de la franquicia, y justamente que busque generar la propuesta de valor motivo del negocio.

Para poder aplicarla adecuadamente, lo ideal es contener todo este know-how en los manuales de operación de la franquicia. Esto te permite como franquiciante facilitar la transmisión de la información, pero además, permite que el franquiciatario tenga acceso sencillo a las claves de la operación, logrando generar sinergias y cooperación entre ambas partes, así como una buena complementación y alineación hacia los objetivos de la red.  Y finalmente, pero mucho más importante, permite que el consumidor final asocie la excelencia de la operación con tu marca.

El éxito del negocio depende, en buena parte, de una operación efectiva e impecable, esto sólo se podrá alcanzar cuando existe una adecuada capacitación que refuerce y complemente todo lo contenido en los manuales y guías.

Sin duda casi todas las franquicias tienen claro que, al abrir una nueva unidad, se deberá capacitar suficientemente al personal responsable, y por supuesto que esto es básico e indispensable.  Pero con el tiempo este primer esfuerzo tiende a diluirse o alterarse, por ello una buena franquicia dedica el tiempo y recursos necesarios para mantener actualizada la capacitación de todas sus unidades de manera continua. Logrando transmitir de forma eficaz, no solo los patrones de operación, pero también la filosofía empresarial de la marca, la innovación o mejora en forma continua, etc.

Es por ello que las franquicias de éxito generan programas de formación y capacitación permanente y actualizada a sus unidades de la red, en todos las posiciones, responsabilidades y puestos, haciendo posible el progreso y mejora de las unidades de la red.

El contar con un programa de asistencia técnica completo, te permite también detectar las deficiencias operativas y las necesidades de formación propias en cada unidad franquiciada, basado estrictamente en la realidad de cada una d ellas, de tal forma que se puedan reforzar o mejorar todas aquellas variables para generar mayores beneficios y sobre todo mantener la diferenciación sobre la competencia y con ello garantizar la permanencia y el crecimiento.

Por lo tanto la capacitación debe ser permanente, eso conlleva a un contacto más frecuente entre la empresa franquiciante y el franquiciatario, que debe formar parte de la estrategia de comunicación conjunta. No se trata solo de montar una franquicia y hacer reuniones anuales o semestrales, sino de que exista un continuo acercamiento para trasladar al punto de venta toda la formación e información vigente, así como las mejoras o cambios necesarios que permitan estar siempre en la vanguardia del mercado.

Es decir que el esfuerzo que conlleva mantener la formación permanente en una red de franquicias será un gran esfuerzo económico y humano; pero con el propósito de garantizar que la ejecución y gestión del negocio sea realizada a través de gente capacitada, así se podrá conseguir tanto la satisfacción de los inversionistas de la franquicia, pero sobre todo la del cliente o consumidor final. Así se sabe que se está creciendo…  y moviendo hacia la excelencia.”